La liposucción de abdomen es un método interesante y eficaz para recuperar esa figura que se ha perdido con el pasar de los años, o para eliminar esos excesos de grasa acumulados que no responden al ejercicio o a las dietas. Con esta cirugía se busca eliminar la grasa de la parte inferior y posterior del abdomen.
El candidato para este tipo de operación es aquella persona que se encuentra dentro del rango normal de su peso, pero que cuenta con un exceso de grasa acumulada en la parte abdominal. Para su realización debe gozar de buena salud y estar psicológicamente estable. El uso de la anestesia general es innecesario, en estos casos se utiliza la anestesia local, con la técnica tumescente, que en los últimos años ha ganado popularidad gracias a sus buenos resultados y la reducción de los efectos secundarios que anteriormente se asociaban con la intervención.
Este consiste en inyectar una gran cantidad de líquido, compuesto en su mayoría por lidocaína, un anestésico local, y epinefrina, lo cual ayuda a contraer los vasos sanguíneos y disminuir la pérdida de sangre. El líquido hace que los compartimientos de grasa se hinchen y endurezcan, lo cual facilita la intervención del médico en una extracción suave. Dentro de los efectos secundarios que reduce está la reducción temporal de los capilares producida por la solución anestésica, la perdida excesiva de líquido, la inflamación y los moretones que se producen después de la misma. Como en cualquier cirugía está contemplado el riesgo que puede traer, en este caso se puede crear un toxicidad de lidocaína, que se crea cuando la dosis de esta se presenta demasiado alta, lo cual trae dificultades en el funcionamiento adecuado de los fármacos en el metabolismo, y si se inyecta demasiada solución en la zona a tratar, existe la posibilidad que se acumule líquido en los pulmones.
Durante la liposucción de abdomen los pacientes están despiertos y pueden escuchar música o hablar con el doctor. La operación consiste en introducir una cánula en el tejido graso a través de pequeñas incisiones en la piel y mediante un aspirador, extraer la grasa localizada; para llegar a esto se entumece la piel con lidocaína y cuatro punturas minúsculas que se realizan en la parte inferior y superior del abdomen. Con un pequeño instrumento llamado cánula, se entumece la grasa con la solución salina; y una vez se haya anestesiado el tejido fino, se retira la grasa no deseada con la cánula insertada anteriormente.
Para la buena recuperación de la operación es importante saber que el paciente usará una ropa de compresión sobre el abdomen durante siete días aproximadamente, que variaría dependiendo del paciente. No se encontrarán suturas y las punturas sanarán solas en 48 horas, lo cual le permite al paciente recuperar las actividades livianas de su vida cotidiana a la brevedad. Es posible experimentar pequeños moretones que desaparecerán entre una o dos semanas, acompañados de un dolor abdominal, similar al que se siente en caso de haber realizado bastante ejercicio; la piel del abdomen se sentirá entumecida durante la primera semana y es posible que sientan alguna picazón los primeros días. El resultado generalmente de una liposucción de abdomen se puede ver transcurridos tres meses, pero los resultados finales tomarán hasta seis meses, una extensión mayor de la que se podría esperar en cualquier otro lugar del cuerpo en el que se realice una cirugía de este tipo. Esto se debe a que el abdomen es muscular y fibroso. La hinchazón es moderada y aunque se ha extraído un volumen considerable de grasa, el tamaño del abdomen se puede conservar casi igual que antes de realizarse el tratamiento. Esto hace parte a la respuesta natural del cuerpo, donde sucede la hinchazón después de muchos procedimientos del torso y generalmente no es doloroso. Los resultados de esta operación son los más dramáticos, pues traen consigo un gran cambio en el aspecto de la persona, que no se puede ver con inmediatez debido a la hinchazón y los mecanismos curativos del cuerpo.
El proceso final después de la realización de una liposucción de abdomen es el uso de la faja abdominal, parecida a una venda, con el objetivo de absorber cualquier tipo de líquido que pueda salir de las incisiones. Este relleno se debe cambiar en un lapso de 8 a 12 horas, hasta que las incisiones no expulsen mas líquido, lo cual oscila entre dos a tres días. El aseo corporal se puede llevar de forma normal, retirándose la ropa de compresión. Es importante que durante la primera semana use las 24 horas del día la ropa de comprensión, una vez transcurridos esos días, el uso de la misma es opcional. La liposucción de abdomen es un procedimiento que le brinda al paciente seguridad y belleza, realizable en hombres y mujeres en un rango considerable de edades, 17 a 83 años; para grandes y pequeños acumulamientos de grasa.
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